miércoles, 25 de agosto de 2010

23er día Bormio (Italia)-Beaune (Francia). 635 km

13de agosto. Hoy estuve en el cielo y bajé al infierno


Ver 23 Bormio (Italia)-Beaune (Francia) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Nada más sonar el despertador, brinqué de la cama, abrí la ventana a ver que tal se presentaba el día y ........... allí estaba aquel espectacular cielo jodidamente encapotado escupiendo una fina lluvia sobre Bormio. Vaya, no era mi día de suerte, pero las ganas de coger la moto y subir el Stelvio me hacían ver las cosas con optimismo.

El Passo Stelvio, una especie de Meca de moteros y ciclistas, es un impresionante puerto de 24 km de longitud situado en los Alpes italianos próximo a la frontera suiza que comunica los pueblos de Bormio y Prato allo Stelvio, llegando en su punto más alto a los 2.757 m y con muchas, muchas, muchas, muuuuuuuchas curvas.

Más información sobre el puerto:
http://www.fogonazos.es/2007/08/el-paso-del-stelvio.html
http://www.stelvio.net/english/
webcam


A: Bormio / B: Prato allo Stelvio


Ver mapa más grande


El plan era partir de Bormio, subir el puerto y bajarlo dirección Suiza, para cruzarla y llegar a Francia. Así que después de un estupendo desayuno, cargué los bártulos en la moto, me puese el uniforme de romano con el chubasquero y rumbo al puerto.

El recorrido, en un día de verano, con un espléndido sol tiene que ser inolvidable, pero aquel no era precisamente un día así.

Una vez arriba, tras hablar con unos franceses que venían de Prato allo Stelvio sobre como habían encontrado la carretera y viendo el tiempo que me esperaba, estuve pensando en cambiar la ruta y volver hacia atrás dirección Milán, pero finalmente decidí seguir adelante y aquella fue la peor decisión que tomé en todo el viaje.

Ahí van unas fotos del puerto











Así se presentaba la otra cara del puerto







Una vez pasado el puerto y ya en Suiza, la lluvia no sólo no amainó, sino que aumentó en algunos momentos. Recorrer aquel maravilloso paisaje verde, de largos y espectaculares puertos en medio de los Alpes suizos un lluvioso día, con ropa de verano, un simple chubasquero de chaqueta y sin la pantalla del casco, se acabaría convirtiendo en un autentico infierno hasta el punto de llegar a pararme y plantearme la posibilidad de quedarme en un hotel que encontré perdido. Aquel fue con diferencia el peor día encima de la moto. Estaba literalmente helado de frío, calado de cintura para abajo y con todos los sentidos puestos en la carretera, suerte que el chubasquero hizo su función. Joder que solo puede llegar a sentirse uno en una situación así.

Lo peor de todo era que miraba el cielo y no veía que aquello tuviera pinta de mejorar y tras un puerto, venía otro puerto y luego otro, aquello no acababa nunca.

Tal vez el peor momento fue en el puerto antes de Davos, allí volví a parar porque mis manos ya no las sentía.




A partir de Davos el día empezó a mejorar poco a poco y unos pocos grados de temperatura más cambiaban totalmente el panorama. Sólo con eso ya se ve la vida de otro color.

Entonces el problema pasó a ser el trafico, eterrnnooooo en las estrechas carreteras de montaña, con atascos en la autopista antes y después de Zurich, con equivocaciones en un par de cruces que me hicieron recorrer unos cuantos kilómetros de más, en fin, que aquel no era mi día.

Finalmente llegué a Francia y a partir de ahí a volar en la autopista. Creo que nunca había cogido una autopista con tantas ganas.

Había dejado atrás la frontera suiza a unos 250 km y ya empezaba a oscurecer, así que paré en el primer pueblo que encontré, Beaune. Localizar un hotel con una habitación libre y a un precio razonable me llevó más de lo que habría pensado, estaba todo hasta los topes. Finalmente encontré el Hotel Carline y allí pasé la noche. Estaba reventaooo.


El día de la lluvia











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