martes, 31 de agosto de 2010

Conclusiones del viaje

Notas:
- Para ver el recorrido completo en Google Maps pinchar aquí. El recorrido está dividido en dos páginas.
- Haciendo click sobre la imagen, se puede ver a mayor tamaño



Y aquí termina esta historia, un sueño convertido en un viaje de casi 9.000 km en moto, unos 2.250 km en ferry y nueve paises visitados:
• Italia
• Grecia
• Turquía
• Bulgaria
• Serbia
• Bosnia
• Croacia
• Suiza
• Francia

De él me llevo muy buenos recuerdos, especialmente de Turquía. Tal vez sea un país con carencias que impidan su acceso a la Unión Europea, pero sin duda lo mejor es su gente, hospitalaria hasta dejarte desconcertado. Me han invitado a comer, me he inflado a tomar té, me han regalado paquetes de toallitas húmedas para que me refrescara y hasta me han ofrecido pepinos para llevar en la moto y así tener algo para comer. Y siempre, siempre, siempre con una sonrisa en la boca y con el máximo de los respetos.

Cuando me he perdido o he tenido algún problema, siempre había alguien dispuesto a echar un cable o incluso buscar a un tercero que hablara inglés para poder entendernos mejor.

Sobre la seguridad del país, en ningún momento he sentido el más mínimo peligro, ni inseguridad y la moto ha dormido muchas noches en la calle sin ningún problema.

En el lado negativo, que también lo hay, ocurre lo que en otros miles de lugares del mundo. En algunas ciudades como Estambul o las de la costa mediterránea, un guiri es un billete con patas al que de vez en cuando algún que otro comerciante espabilado intenta “timarle” unas liras turcas. Pero no hace falta irse hasta allí para verlo, en España tenemos muy buenos ejemplos.

Del resto de paises poco puedo decir, pues mi paso fue bastante rápido y me queda en la carpeta de pendientes volver a visitar alguno de ellos, una pena no haber tenido más tiempo para conocerlos.

Así que si tenías dudas sobre si visitar Turquía en moto o no, mi consejo es ¡¡¡¡¡¡¡qué ni te lo pienses!!!, ¡¡¡vete mañana mismo!!!!

Sobre los ferries, decir que merece la pena usarlos en un viaje como éste, en el que el objetivo era llegar en Turquía lo antes posible y pasar allí el mayor número de días posible. Puede que llegues a tener la sensación de perder el tiempo, pero luego te das cuenta de que has ahorrado dinero, kilómetros a la moto, neumático y evidentemente, tiempo.

Espero que el relato de mi viaje te haya servido para pasar un buen rato, para preparar el tuyo o para darte cuenta que es un tostón infumable. Si tienes alguna duda, si necesitas alguna aclaración o quieres hacer alguna corrección, no dudes en escribirme (rsantesteban70@yahoo.es). Yo por mi parte te voy a pedir un favor, si has hecho un viaje, si lo estás preparando o si lo estás realizando, cuenta tu experiencia a través de un blog, web o lo que se te ocurra, pues seguro que nos será de utilidad a todos. Mándame la dirección y pondré el link en este blog.

En fin, con mucha pena termino este viaje que siempre recordaré.

Ahora, a preparar el siguiente.

To be continued…….

lunes, 30 de agosto de 2010

25º día. Castillon de Castets (Francia)-Pamplona (España). 336 km.

21 de agosto. Fin del viaje


Ver 25 Castillon de Castets (Francia)-Pamplona (España) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Hace una semana que llegué a Castillon de Castets y hoy ya era mi último día de vacaciones, así que con mucha pena, tocaba volver a Pamplona.

Como salí con mucho tiempo y tenía bastantes ganas de andar con la moto, lo aproveché para perderme por Las Landas, subir el puerto de Larraun y el de Erro antes de llegar a finalmente Pamplona.

Y ésta ha sido la última etapa de mi viaje hasta Turquía y vuelta por paises tan distintos como Bulgaria, Croacia o Italia.

En la siguiente entrada, colgaré las conclusiones del viaje

24º día. Beaune (Francia)-Castillon de Castets (Francia). 621 km

14 de agosto. Penúltimo día de viaje.


Ver 24 Beaune (Francia)-Castillon de Castets (Francia) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Esto ya va tocando a su fin y hoy fue el penúltimo día de viaje. Seiscientos y pico kilómetros sin grandes historias. Así que nada que contar.

miércoles, 25 de agosto de 2010

23er día Bormio (Italia)-Beaune (Francia). 635 km

13de agosto. Hoy estuve en el cielo y bajé al infierno


Ver 23 Bormio (Italia)-Beaune (Francia) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Nada más sonar el despertador, brinqué de la cama, abrí la ventana a ver que tal se presentaba el día y ........... allí estaba aquel espectacular cielo jodidamente encapotado escupiendo una fina lluvia sobre Bormio. Vaya, no era mi día de suerte, pero las ganas de coger la moto y subir el Stelvio me hacían ver las cosas con optimismo.

El Passo Stelvio, una especie de Meca de moteros y ciclistas, es un impresionante puerto de 24 km de longitud situado en los Alpes italianos próximo a la frontera suiza que comunica los pueblos de Bormio y Prato allo Stelvio, llegando en su punto más alto a los 2.757 m y con muchas, muchas, muchas, muuuuuuuchas curvas.

Más información sobre el puerto:
http://www.fogonazos.es/2007/08/el-paso-del-stelvio.html
http://www.stelvio.net/english/
webcam


A: Bormio / B: Prato allo Stelvio


Ver mapa más grande


El plan era partir de Bormio, subir el puerto y bajarlo dirección Suiza, para cruzarla y llegar a Francia. Así que después de un estupendo desayuno, cargué los bártulos en la moto, me puese el uniforme de romano con el chubasquero y rumbo al puerto.

El recorrido, en un día de verano, con un espléndido sol tiene que ser inolvidable, pero aquel no era precisamente un día así.

Una vez arriba, tras hablar con unos franceses que venían de Prato allo Stelvio sobre como habían encontrado la carretera y viendo el tiempo que me esperaba, estuve pensando en cambiar la ruta y volver hacia atrás dirección Milán, pero finalmente decidí seguir adelante y aquella fue la peor decisión que tomé en todo el viaje.

Ahí van unas fotos del puerto











Así se presentaba la otra cara del puerto







Una vez pasado el puerto y ya en Suiza, la lluvia no sólo no amainó, sino que aumentó en algunos momentos. Recorrer aquel maravilloso paisaje verde, de largos y espectaculares puertos en medio de los Alpes suizos un lluvioso día, con ropa de verano, un simple chubasquero de chaqueta y sin la pantalla del casco, se acabaría convirtiendo en un autentico infierno hasta el punto de llegar a pararme y plantearme la posibilidad de quedarme en un hotel que encontré perdido. Aquel fue con diferencia el peor día encima de la moto. Estaba literalmente helado de frío, calado de cintura para abajo y con todos los sentidos puestos en la carretera, suerte que el chubasquero hizo su función. Joder que solo puede llegar a sentirse uno en una situación así.

Lo peor de todo era que miraba el cielo y no veía que aquello tuviera pinta de mejorar y tras un puerto, venía otro puerto y luego otro, aquello no acababa nunca.

Tal vez el peor momento fue en el puerto antes de Davos, allí volví a parar porque mis manos ya no las sentía.




A partir de Davos el día empezó a mejorar poco a poco y unos pocos grados de temperatura más cambiaban totalmente el panorama. Sólo con eso ya se ve la vida de otro color.

Entonces el problema pasó a ser el trafico, eterrnnooooo en las estrechas carreteras de montaña, con atascos en la autopista antes y después de Zurich, con equivocaciones en un par de cruces que me hicieron recorrer unos cuantos kilómetros de más, en fin, que aquel no era mi día.

Finalmente llegué a Francia y a partir de ahí a volar en la autopista. Creo que nunca había cogido una autopista con tantas ganas.

Había dejado atrás la frontera suiza a unos 250 km y ya empezaba a oscurecer, así que paré en el primer pueblo que encontré, Beaune. Localizar un hotel con una habitación libre y a un precio razonable me llevó más de lo que habría pensado, estaba todo hasta los topes. Finalmente encontré el Hotel Carline y allí pasé la noche. Estaba reventaooo.


El día de la lluvia











martes, 24 de agosto de 2010

22º día. Grado (Italia)-Bormio (Italia). 738 km

12 de agosto. ¡¡¡¡¡¡Bola extra!!!!!.


Ver 22 día. G
rado (Italia)-Bormio (Italia) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Salí de Grado con la idea de parar a dormir cuando estuviera a unos 600 km de Burdeos, pues al día siguiente llegaría a casa de unos amigos y pasaría mis últimos días de vacaciones allí.

El cielo estaba cada vez más encapotado y de repente, el diluvio universal. En un instante empezó a caer la típica tormenta de verano y el mendas sin la pantalla del casco. Las gotas de agua se convertían en alfileres cuando impactaban con la cara, joderrrr como dolían.

Por suerte encontré un puente en la autopista y me metí debajo a ver si despejaba, pero aunque amainó la tormenta, no tenía pintas de dejar de llover.

La acogedora vista que tenía desde debajo del puente

Me puse el chubasquero, sólo la chaqueta, pues no había traído el buzo y decidí seguir adelante, no podía estar allí toda la mañana. Del agua lo que me preocupaba era poder seguir sin la pantalla y por suerte el caso tiene gafas integradas que me protegían lo suficiente.

El día estaba transcurriendo sin más interés, kilómetros y kilómetros de autopista, ya no llovía, a ratos lucía el sol, Milán lo había dejado atrás, a unos 80 kilómetros y me estaba acercando a Turín.

Pensando en las vacaciones, repasando el montón de recuerdos que me traía, los días que me quedaban, etc, caí en la cuenta de que ........ , ¡¡¡¡Joderrr!!!! ¡¡¡¡no era 13, sino 12!!! ¡tenía otro día más!, ¡¡¡¡¡me había tocado una bola extra!!!!!! ¡¡¡¡Diosssss, otro día para disfrutarrrrr!!!!!

Paré la moto en el primer sitio que pude y empecé a darle vueltas de hacia dónde ir para aprovechar aquel regalito. Sinceramente, no le dediqué mucho tiempo al tema, lo tenía muy claro, el Paso del Stelvio no estaba muy lejos de allí y una oportunidad así no se podía dejar pasar.

Metí en el GPS la dirección de Bormio, media vuelta y dirección a los Alpes italianos. La idea era hacer el paso desde Bormio para aprovechar el descenso dirección a Suiza, cruzarla y pasar a Francia.

Conforme me acercaba a Bormio, el tiempo nuevamente empeoró y caía una fina lluvia. Cuando llegué estaba helado hasta lo más profundo de mi alma, así que paré en el primer hotel que me encontré (Hotel Vallecetta), no miré ni uno más, 50€ con desayuno incluído y parking para la moto. Me daba igual si había algo más barato en el pueblo, pero no hacía ni un kilómetro más.


Era mi último día en Italia y aquella despedida se merecía una pizza del tamaño de una paella, como no podía ser de otro modo. Aquello no era una pizza, era una obra de arte, se me saltaban las lágrimas de emoción. Para cuando pensé en hacerle una foto ya me la había zampado, así que no hay foto.

Y de este modo, calentito y con la panza llena me metí en la cama a soñar con el día de mañana en el que subiría el famoso Stelvio.

ZZZZZZZZZZZZ!!!!!!!!!!!!!

21er día. Umag (Croacia)-Grado (Italia). 116 km

11 de agosto. Más playa


Ver 21 Umag (Croacia)-Grado (Italia) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Me gustaría haber pasado otro día en Umag, pero todos, absolutamente todos los hoteles estaba llenos, así que reservé una habitación en Grado, Italia.

Como apenas había una hora y media de trayecto, aproveché al máximo la mañana en Umag y hacia las doce fui para Grado.

Ni el pueblo ni el resto del día tienen mucho de interés, así que poco hay para contar. Ahí van unas fotos de otro estupendo lugar de vacaciones al borde del mar sin mayores complicaciones, aunque la playa no es su fuerte (tal vez en en los alrededores haya mejores playas, lo desconozco).

El hotel en el que pasé la noche fue el Hotel Alla Citta' Di Trieste. Muy sencillo y con gente muy amable.


lunes, 23 de agosto de 2010

20º día. Umag (Croacia)

10 de agosto. Sobre pueblos y atarderceres.


Ver 20 Umag (Croacia) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Umag es un pueblecito costero, tranquilo, de veraneo, de vacaciones familiares, para inflarte a pescado a un precio razonable, sin atascos, sin edificios de quince plantas, sin playas kilométricas pero con cientos de pequeños accesos al mar acondicionados con hormigón, ...........

....... con típicas tiendas playeras .........


....... con su pequeño paseo marítimo .............


....... con gasolinera para los yates y barcos de recreo de la gente VIP ........


....... con beautiful people, es decir, gente guapa guapa, vestida de romano un día de 40º a la sombra ...........
...... en definitiva, un lugar ideal para no hacer nada.


Pero además, tiene algo que lo hace diferente, sus indes
criptibles atardeceres. Estar al borde del mar mientras se contempla uno de ellos, es realmente espectacular, probablemente uno de los mejores recuerdos que guardaré de este viaje.

Así que ahí van unas fotos de atardeceres en Umag, postaleras y empalagosas a más no poder
. A disfrutar del azucar.


Pero esta crónica no acaba aquí......
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hay másssss..............

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al final del todo..............

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No lo he podido evitarrrrrr.....
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Asssucarrrrrr!!!!!!, Grande Celia.

domingo, 22 de agosto de 2010

19º día. Sarajevo (Bosnia)-Umag (Croacia). 710 km aprox

9 de agosto. Un viaje por la leeennntttaaa Bosnia.



Ver 19 Sarajevo (Bosnia) - Umag (Croacia) en un mapa más grande

Para ver el recorrdo completo, pinchar aquí


Dejé atrás Sarajevo con la pena de quien se marcha de un lugar con ganas de quedarse, pero ya había reservado hotel en Umag y no quería apretar más las fechas.

A la salida de la ciudad cogí la autopista y sorpresa, cuando me acerqué a coger el ticket, la chica me dijo que no se aceptaba tarjetas de crédito y como no llevaba dinero en metálico, tuve que dar media vuelta. Pensé en volver a buscar un cajero, pero finalmente me dicidí por coger la carretera y disfrutar de unos cuantos kilómetros entre montañas.

La carretera, espectacular, con un pequeño gran detalle, la circulación era lenta, muyyyyy leeennnttaaaaaaaaa, los kilómetros eran eteeeerrrrrrnoooosssssssss, allí no había manera de avanzar, pero ya no quedaba otra opción que seguir, así que calma y a disfrutar de un día de paseo.

Como ya comenté ayer, en Bosnia se circula despacio, muyyyyy despacio. Es normal encontrarse con coches a 50 km/h en carreteras que perfectamente se puede ir a 80 km/h. Si a esto se le une un trazado de montaña sin apenas línea discontinua en muchos kilómetros, aquello te da tiempo para pensar en como arreglar todos los males de este planeta, en el fin del mundo según el calendario maya para el 21-12-2012, en la evolución de las especies y ponerte en duda si te dejaste el gas abierto cuando saliste de casa hace 18 días (luego te das cuenta tienes concina eléctrica).






Entonces entendí como todos aquellos viejos coches podían seguir funcionando, a ese ritmo durarían años, años y años. Si a Turquía habían ido a parar los Renault 12 de nuestros padres, aquí estaban todos los VolskWagen Golf que en mi tiempos de veinteañero todos quisimos tener y sólo algunos fueron los elegidos. Allí estaba el de Ion, el de Fran, el de Isma, etc.





Lo más curioso de todo el camino, fue darme de bruces con un outlet enorme de los que se pueden ver en Estados Unidos diseñado como un pequeño pueblecito en medio de una carretera perdidad de Bosnia. La imagen me resultó subrealista.



Al cabo de no sé cuanto tiempo, creo recordar que estaba en plena reflexión sobre el fin del mundo, llegué a la frontera croata en donde una estupenda autopista me permitiría recorrer unos cuantos kilómetros a buen ritmo hasta Rijeka y una vez allí tomé la carretera a Umag.






Aquella carretera a Umag era estrecha, retorcida, calurosa, boscosa a ratos y mediterránea, una delicia para recorrer en una Vespa con novia italiana, morenaza y jamona.



Fue entonces cuando pantalla del casco decidió suicidarse. La estaba levantando y en ese momento se medio salió de uno de los laterales y al ir a parar para colocarla bien se desprendió del todo cayendo al carril contrario. Como no podía ser de otro modo, por la ley de Murphy, vino un coche y la dejó hecha añicos. Bueno, habría que pasar al plan B, viajar sin pantalla lo que quedaba de viaje.

Una vez en Umag el plan era muy claro, playa, pescadito, playa, pescadito, un bucle del que no tenía la más mínima intención salir en un par de días.

El
hotel Sipar, está situado literalmente al borde del mar, con un acceso al mismo a pocos metros de la piscina. No hay playas de arena ni nada similar, sino accesos al mar a base de hormigón