domingo, 1 de agosto de 2010

7º día. Kalkan (Turquía)-Patara (Turquía). 40 km

28 de julio. Tumbing day

Cuando abro el ojo por la mañana, la luz del sol entra con fuerza en la habitación y el calor empieza a subir la temperatura. Pongo a funcionar el aire acondicionado y miro el reloj. Son las nueve de la mañana, empieza un perfecto día dedicado a la vida contemplativa.

Oigo como están trabajando abajo en la pequeña cocina, así que me levanto, me ducho y me marcho a por mi primer desayuno turco: Pepino, tomate pelado, aceitunas, queso, sandía, torrtilla francesa y por supuesto té (çai). Es un auténtico lujo comer todo aquello en una de las mesas que tienen en la pequeña calle. La temperatura es excelente y apenas se oye movimiento en las calles. Parece que él pueblo está empezando a levantarse.


Le dedico un rato al manjar matutino y a tomar un poco más de té. En cuanto acabe, tengo la intención de dar un paseo por el puerto ahora que el calor aún se puede soportar para luego alquilar una tumbona y una sombrilla en la playa.

Dicho y hecho, tras un pequeño garbeo, pues el sol ya estaba pegando de lo lindo, me enchufaba el iPod tumbado a la sombra de una sombrilla. El resto de la mañana, sin más historia.



Llegada ya la tarde, me acerqué a Pátara, que se encuentra unos 20 km. Allí hay dos cosas interesantes para ver (por 5 TRY la entrada): Las ruinas de Patara y la playa.
Se pueden visitar las ruinas de lo que fue la ciudad, un importante puerto hasta la Edad Media y en la que curiosamente nación San Nicolás, un obispo que dio lugar a la leyenda de Papá Noel.
El teatro está bastante bien conservado y resulta curioso sentarse en el mismo lugar en el que hace siglos otras personas también lo hicieron pero por motivos muy distintos: Yo por ver unas ruinas y ellos para darle al cachondeo. También es impresionante la acústica. Estaba abajo en la arena y se podía oir la conversación de una pareja que hablaba en la última fila

El otro punto de interés, es una inmensa playa de 20 km de longitud de fina arena. Fui con la intención de darme un baño, pero el aire soplaba con basante fuerza y pensar en la arena pegada a la piel sin una ducha a mano, me quitó las ganas.


Ver Kalkan-Patara en un mapa más grande







Y esto es todo lo que dio de sí el día. Mañana viaje hasta Kizkalesi, así que tocará madrugar.

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